Origenes & historia

LEYENDA TRADICIONAL DEL MONTE HEREDOM

Según la leyenda tradicional de la antigua Masonería de Heredom, la sede originaria de la Orden se encontraba en un castillo medieval edificado en la cima del Monte Heredom, el cual se encontraba situado en el cuadrante Nor-Este de Escocia. Dado que tal nombre no se encontraba registrado en la planimetría moderna de Escocia, inmediatamente la crítica positivista colocó dicha tradición oral en el reino de lo fantástico y lo dudoso.

Sin embargo, la interpretación tradicional afirma que ésta no sería la primera vez que alguna zona, accidente geográfico o ciudad poseen un nombre público y uno o dos nombres secretos; dos de estos ejemplos serían la ciudad de Roma que poseía – y posee – tres nombres, uno público y dos secretos, y también el Monte Abiegnus, de la tradición rosacruciana, poseía un emplazamiento secreto pues exteriormente era conocido públicamente por su nombre profano. 

Esta cuestión, evidentemente, sólo puede resolverse separando los planos de la Geografía Sagrada de la geografía profana, y en el plano de la primera debemos recordar que el Hno.·. René Guénon apuntaba que la beata Ana Catalina Emmerick, en sus visiones y revelaciones, ubicaba a la misteriosa Montaña de los Profetas también en el cuadrante Nor-Este del mundo.

Pero, ¿qué significa cuando la geografía profana comienza a reabsorberse en la Geografía Sagrada?
En efecto, recientes estudios arqueológicos realizados en las inmediaciones de la ciudad escocesa de Kilwinning, en el cuadrante Nor-Este de la misma, en tierras del condado de Irvine, han mostrado las ruinas de una antigua iglesia fortificada edificada en la cima de una elevación cuyas laderas han sido suavizadas por el tiempo. Hoy en día, dicha elevación del terreno se encuentra cubierta por el llamado Bosque de Benslee. El contorno de dicho monte, visto desde arriba, muestra una cruz céltica perfecta, o sea, una cruz de brazos iguales inscripta en un círculo con los restos de la iglesia en el centro determinado por la intersección de ambos brazos de la cruz. Esta disposición pudo descubrirse estudiando un antiguo mapa levantado por el general Roy (CIRCA 1750-55) a pedido del duque de Cumberlad, el carnicero de Culloden, luego de la Rebelión Jacobita de 1746. El Hno.·. René Guénon ya había alertado por lo inequívoco de ciertos signos, entre los cuales se encuentra la reaparición de vestigios de épocas que se suponían desaparecidas.
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